viernes, 2 de febrero de 2018

¿Malos resultados en el restaurante?

Cuando uno tiene poco tiempo como restaurantero, uno de las partes más difíciles del trabajo es lidiar con los empleados problemáticos y de bajo rendimiento; esta parte nunca se vuelve más sencilla, pero es posible volvernos mejores al respecto.


Considere que de los 3 componentes de un restaurante exitoso, personas, procesos y productos, las personas son complicadas, los procesos se pueden cambiar y hacer cumplir, los productos se pueden mejorar pero a las personas es muy complicado cambiarlas.


Muchas veces, antes de tomar medidas drásticas con la persona que no está dando todo de sí, es necesario ver las razones que existen detrás de ello. Si echamos un vistazo detrás del telón, es probable que nos encontremos con alguna de estas tres causas para el bajo rendimiento:

  • El empleado no sabe cómo hacer un buen trabajo. Como gerentes y/o jefes, nuestro trabajo es asegurarnos de que nuestros empleados han recibido la capacitación necesaria y que saben qué es lo que se espera de ellos. Si esta es la causa de los problemas, un entrenamiento de recuperación y una plática clara podría ser la solución a tus problemas.
  • El empleado no tiene la habilidad para hacer un buen trabajo. Aun después de haber recibido capacitación debemos preguntarnos si son “capaces” de hacer el trabajo que requerimos de ellos. De no ser esto posible, sería en el mejor interés de todos el iniciarlos en una carrera diferente, de preferencia en un restaurante diferente al suyo.
  • El empleado no tiene el deseo de realizar un buen trabajo. Si sus empleados saben cómo hacer un buen trabajo y tienen las habilidades para ellos, lo más probable es que el bajo rendimiento se deba a una falta de interés. Una mala actitud es muy difícil de cambiar, por lo que es recomendable dejarlos ir si esta no cambia en un tiempo razonable. Para evitarlo, debemos poner todo nuestro empeño en motivar a nuestros empleados.

La manera más sencilla, pues, de saber cuál es la raíz de nuestros malos resultados es darnos unos minutos con cada uno de nuestros empleados de bajo rendimiento para descubrir cuál es el verdadero problema. Esto hará mucho más sencilla tomar una decisión respecto a cuál es la mejor medida correctiva.


Tener empleados de bajo rendimiento nunca será divertido, pero tratar con ellos de manera justa, rápida y decisiva hará tu trabajo mucho más sencillo, tu restaurante funcionará de mejor manera y tus buenos empleados sabrán apreciar el esfuerzo.


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